Conjunto Deportivo Municipal
2011 - 2011
Ubicación
Gorliz, Bizkaia (Spain)
Cliente
Ayuntamiento de Gorliz
Coautor
Begoña García Gordo, Juan Carlos Linares Fernández, Silvia Saldaña Vela, Yoana Urralburu Soto
Autor fotografía / infografía
Gustavo Vitores
Superficie construida
11.230,00 m2 m2
Premios
Concurso. 2º Premio.

PROPUESTA URBANÍSTICA Y DE IMPLANTACIÓN

La propuesta se centra en enfatizar las cualidades naturales del lugar. Busca integrarse en el paisaje y producir un reducido impacto visual. Conserva, en la medida de los posible, el arbolado existente.

El edificio se coloca sobre la plataforma natural horizontal del solar. Se adapta a la topografía y evita movimientos de tierra innecesarios.

La imagen se confía a la cubierta que se resuelve como una combinación de planos inclinados que se acoplan a la pendiente del terreno y se levantan, más o menos, para introducir luz natural en las estancias. Se huye conscientemente de las cajas de grandes dimensiones que son la imagen habitual de este tipo de dotaciones.

Las zonas del programa que requieren más altura (frontón y polideportivo) se colocan contra la ladera, ligeramente soterradas para evitar alturas excesivas.

A nivel de suelo, es decir, al nivel de uso de las personas la escala se procura amable. Las estancias (graderío y piscinas) se abren hacia el paisaje y las buenas orientaciones.

Las dependencias principales se dotan de iluminación natural, incluidos pasillos y recorridos.

 

PROPUESTA FORMAL

La apuesta formal que hace el proyecto es contraria al volumen excesivo, de difícil diálogo con el entorno, que suele caracterizar a este tipo de edificios y favorable al plano como elemento geométrico manejable y adaptable a cualquier circunstancia. Se huye de la agresividad y el conflicto apostando por la amabilidad y la integración en el medio natural del contexto inmediato.

La imagen resultante modela un gran manto metálico (cubierta inclinada) que con diferentes pendientes, siempre descendentes como la ladera sobre la que se asienta la construcción, cubre el terreno natural. Esta estrategia consigue una imagen clara y rotunda pero que dialoga armónicamente con el lugar.

La cubierta, recortada en sus límites, dibuja siluetas singulares y salta, con distintas inclinaciones, dejando, en los cambios de planos, grietas de paso de luz natural a través.

Los espacios interiores se funden con los exteriores comunicados por grandes planos de cristal que pueden abrirse totalmente en su zona más baja. Al desaparecer materialmente los cerramientos mediante el uso del vidrio, la gran cubierta parece flotar en medio del paisaje verde sobre las estancias deportivas.

No existe entonces el volumen sino una gran techo, que apoyado sobre una estructura singular de grandes luces, cubre el suelo esculpido en plataformas que aloja los diferentes usos del programa.

La forma del edificio, en L, integra las zonas deportivas existentes (abajo) y el merendero colindante (arriba).

Se desplazan las pistas de paddle y tenis actuales para dejar espacio a la nueva construcción y se rehacen integradas en la nueva dotación.